Durante tu estancia en el hospital tendrás el apoyo de los médicos, comadronas y enfermeras. Además, cuidarán de ti, te harán la comida, te medicarán, te ayudarán a asearte... Pero cuando volváis a casa, es normal que te sientas algo angustiada y no puedas hacer frente a todas las tareas, no olvides que ahora hay una nueva personita que necesita todos tus cuidados. Por ello es vital contar con el apoyo de tu pareja y familiares.
¡Consejos para vuestra vuelta a casa!
- Cada bebé y cada familia son únicos. Por ello no hay dos adaptaciones iguales. Poco a poco, ¡lo conseguiréis!
- Es normal que en los primeros días cuando oigas llorar a tu bebé te preocupes e intentes satisfacer sus necesidades y lo calme cuanto antes. No siempre será así, poco a poco el bebé dejará de llorar y tú le conocerás mucho mejor.
- Al principio, es normal que el bebé llore con frecuencia: sólo sabe expresarse así cuando tiene hambre, está incómodo (se ha hecho pipi o caca), está cansado, se siente sólo, tiene frío, tiene sueño, se encuentra mal...
- Tómate tu tiempo con tu hijo: necesitáis compartir momentos de intimidad y emotividad.
- Cuenta con la ayuda de tu pareja para conseguir un ambiente de paz, respeto y amor.
- ¿Cómo es un ambiente adecuado? Tranquilo, calmado, limpio, agradable, sin humo, poco ruido...
- El bebé necesita cuidados a demanda: desde la alimentación, al cambio de pañales, las curas del cordón umbilical, etc... Como la madre está en plena recuperación, es importante contar con la ayuda de la pareja, familiares o amigos. Comparte con ellos tu modo de hacer y tus decisiones.
- Delega las tareas no prioritarias en otras personas de tu entorno para centrarte en el cuidado del bebé.
- Tras el parto, seguramente avisarás a todos tus familiares, amigos y conocidos. Recíbelos, pero trata que las visitas sean espaciadas y no te estresen ni a ti ni al bebé.
- Intenta que las personas de tu entorno no te juzguen constantemente. Ser madre es aprender cada día, escucha los consejos, pero no trates de complacer a todo el mundo.
- Es importante que tu bebé se acostumbre a la luz durante el día y a la oscuridad por la noche.
- Si el bebé tiene un hermano mayor, explícale que pronto seréis uno más en la familia con antelación. Hazle partícipe de la llegada del bebé y de su cuidado. Si se llevan poca edad, deberás vigilarlos para evitar que se hagan daño. Sobre todo, trata que el hermano mayor no quede desplazado: encárgale pequeñas funciones o tareas, así disminuirás sus celos en caso que los tenga, y luego dedícale un tiempo exclusivo, cuéntale una historia...
- Si tenéis alguna mascota, es importante limitar al principio su acceso al recién nacido. Vigila su comportamiento y enséñale que hay un nuevo miembro en la familia. Por motivos de higiene intenta que no entre en la habitación del bebé.