Desde su nacimiento, tu bebé posee reflejos que le ayudan a su supervivencia y a adaptarse al medio. A medida que el bebé madura, algunos reflejos desaparecen, otros cambian y otros se mantienen. El pediatra controlará su evolución, pero tú también puedes estimularlos. ¡Descúbrelos!
Búsqueda de alimento
Si antes de darle el pecho tocas la mejilla de tu bebé, podrás ver cómo gira la cabeza buscando el pecho y hace "pucheritos" con la boca.
Succión
Este reflejo aparece antes del parto y le sirve al bebé a coger el pezón sin problemas, o en el caso de que la lactancia materna no sea posible, la tetina del biberón.
De la marcha
Coge al bebé por debajo de los hombros y apóyalo de pie sobre una superficie: parecerá que quiere caminar. Pruébalo ya que este reflejo suele desaparecer a los dos meses.
Prensil palmar
Acércale un dedo a la palma de la mano: él te agarrará con fuerza de forma automática. Aunque este reflejo suele desaparecer a la semana de nacer, muchos bebés lo mantienen durante meses.
De Moro
Sentimiento de supervivencia que desaparece a los dos o tres meses de edad y que ayuda a comprobar si los movimientos de las articulaciones son correctos. Para hacerlo, suelta al bebé un instante por la espalda con extremo cuidado como si fueras a dejarlo caer: verás cómo estira los brazos y los agita en el aire.
De sobresalto
Al escuchar un ruido, el bebé suele ponerse tenso y estirar los brazos. Este reflejo no desaparecerá.
Plantar
Acaricia la planta de los pies de tu bebé desde el talón hacia arriba y verás que gira los pies hacia adentro mientras estira los deditos.
Tónico simétrico del cuello
Tumba a tu bebé boca arriba y verás cómo puede girar a un lado brazo y pierna estirados, mientras flexiona el brazo y pierna contrarios hacia el otro.